La cremación, también conocida como incineración, es un proceso que data ya de miles de años y que ha evolucionado a lo largo de la historia como una alternativa a los métodos tradicionales de disposición de los restos mortales, como la sepultura, por mencionar uno de los más populares.
Este ritual se caracteriza por hacer uso de la combustión controlada del cuerpo del difunto, tiene raíces en diversas culturas y ha experimentado transformaciones muy importante en sus prácticas a lo largo de los siglos.
¿Te gustaría conocer más acerca de qué es la incineración o cremación y cuáles son sus características e historia?
¿Cuál es la historia de la cremación?
El rastreo de la cremación en la historia revela que esta práctica cuenta con profundas raíces ancestrales. Se dice que los antiguos hindúes fueron pioneros en la cremación, considerándola una vía para liberar el alma del ciclo de reencarnación.
Comencemos hablando de la antigua Grecia, lugar y cultura en que la cremación se asociaba con la nobleza y los héroes, mientras que en la antigua Roma, este tipo de práctica se consideraba inaceptable en un principio, si bien poco a poco ganó popularidad, sobe todo entre la población civil.
En lo que respecta al periodo de la Edad Media en Europa, la Iglesia Católica condenó la cremación como un acto propio de “bárbaros” y que no tenía cabida en el catolicismo, considerándola contraria a la doctrina cristiana. Esto hizo que no fuera sino hasta el siglo XIX que la cremación se popularizara en Occidente, impulsada por factores como el aumento de la urbanización y la preocupación por el tema de la higiene pública.
Cremación: un proceso que tiene que ver con la salud y la ciencia
La cremación moderna es un proceso altamente regulado y científicamente controlado. Este proceso inicia con la colocación del cuerpo en un ataúd diseñado para este propósito, generalmente hecho de materiales altamente resistentes al calor. Este ataúd se introduce en un horno crematorio, donde se expone a altas temperaturas, las cuales suelen ser superiores a los 900 grados Celsius.
Durante este proceso, los tejidos se descomponen (músculos, órganos, ligamentos, etc.), y los huesos se reducen a cenizas. El tiempo total necesario para llegar a este punto va a ser diferente dependiendo del tamaño del cuerpo y el tipo de ataúd utilizado.
Así mismo, una vez que se finaliza con la cremación, se recuperan las cenizas y se colocan en una urna para ser entregadas a la familia o seres queridos del fallecido (a).
¿Por qué es cada vez más popular y utilizada la cremación o incineración?
En la actualidad, la cremación ha experimentado un aumento significativo en su popularidad, y esto se debe a que diversas razones respaldan esta tendencia. Uno de los motivos principales al respecto es la flexibilidad que supone en comparación con los métodos tradicionales. Y es que es bien sabido que la cremación permite a las familias elegir dónde y cuándo conmemorar al ser querido, ya que no se encuentran limitadas por la ubicación de un cementerio.
Así mismo, la cremación es percibida como una opción más respetuosa con el medio ambiente. A medida que crece la conciencia ambiental, muchas personas se interesan por este tipo de prácticas sostenibles, y la cremación, al no requerir grandes extensiones de tierra, se relaciona de forma estrecha con esta tendencia.
Por último, no podemos dejar de hablar de la simplificación del proceso. Las ceremonias tradicionales a menudo implican numerosos preparativos logísticos y costos asociados (transporte, misas, logística y demás), mientras que la cremación se caracteriza, así mismo, por una planificación más directa y menos complicada.
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